Cada mes, el universo nos propone profundizar en nosotros para trabajar y desarrollar algún talento en particular, asociado a alguna frecuencia energética a transmutar o expandir. Si, conscientemente, en este mes de junio buscamos la fuerza del Amor- Sabiduría que se derrama generosamente sobre nosotros por la fuerza del Cristo Cósmico, que con el aliento Divino del Espíritu Santo en Pentecostés y la fuerza Solar de Sirio -en el portal que se abre durante la luna llena de Géminis- podremos, si estamos receptivos, expandir este Amor en nosotros y adonde vayamos, trayendo y llevando toda esa luz y fuerza donde se necesita. ¿Cómo hacemos esto? Meditando, orando, actuando y expresándonos desde ese lugar de luz, llamando conscientemente a la luz, saltando sobre nuestros obstáculos.
La naturaleza, y en especial los caballos son un espejo para que descubramos cuanto de esa energía incorporamos genuinamente en nosotros y sí logramos trasmutar aquello que debemos cambiar. Nuestra mente puede engañarnos, pero la energía que emitimos no tiene engaño para estos espejos. ¿Qué imagen me devuelven?