Cambiar voluntariamente es un camino de ida. Te das cuenta que el poder reside en en vos mismo. Entonces ya no dejas que las cosas 'te sucedan'. Siempre, siempre, en cualquier circunstancia de vida y con cualquier pasado o historia, podes elegir qué actitud tomar. podes ELEGIR. Ahí está la libertad.

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Aprender a hacerlo, requiere trabajo, disciplina, dedicación y coraje. El punto de partida es hacerte cargo de vos mismo y dejar de mirar afuera, en los demás, o en tu pasado y ponerte en el centro. Esto es amar a los demás como a uno mismo;  tantas veces nos centramos en los demás que nos pasamos completamente por arriba. 

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Nada de lo que nos sucede tiene como fin el sufrimiento. Eso es una elección, aunque suene trivial y fácil de decir. Si elegis encontrar sentido a tus experiencias y nutrirte de tu propio aprendizaje, el sufrimiento se transforma en libertad. 

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El trabajo con los caballos es un proceso terapéutico y de sanación porque te ayuda a poner a punto tu 'instrumento' y dar espacio para que tu alma -tu ser profundo, tu verdadero ser- pueda sentarse al volante de tu vida. Y entonces vivir realmente como un Ser (tu alma) Humano (tu vehículo) Es decir, que puedas vivir con un propósito y que ese propósito te haga feliz. Eso se logra cuando tu personalidad está al servicio de tu alma, y no al revés.  

 

El instrumento con que contamos es el vehículo del alma y está formado por el cuerpo, las emociones y los pensamientos; tiene muchas funciones, pero conocemos sólo algunas y por partes. El trabajo con los caballos te ayuda a conocerlos, limpiarlos energéticamente, alinearlos y ponerlos en sintonía para mirar hacia adelante y avanzar como una unidad, en coherencia e integridad,