No es para solucionar 'problemas'
El camino de autoconocimiento no es para solucionar tus problemas. Eso es una mirada corta.
Por un lado, si crees que no tienes ningún problema que solucionar ni nada que sanar ni nada que transformar -qué por cierto, déjame decirte que eso es parte de la ilusión de vivir en este mundo- ¿No buscarás entonces conocerte?

Si te sientes una buena persona, que tiene todo y no te puedes quejar, que nada tan grave ni tan dramático te sucede en su vida, ¿No buscarás conocerte?
Eso es una mirada muy corta en función a lo que traes.
Que el camino de autoconocimiento es para solucionar problemas es una creencia que sirve a muchos como excusa (porque la verdad es que iniciar este camino es como entrar en un sótano oscuro y desvencijado con algunas ratas sueltas por ahí). Como no tengo problemas, no necesito entrar ahí, ni ir al psicólogo, ni hacer ningún curso, taller, ni leer nada de eso. Gran parte de mi vida me ubiqué en ese lugar, donde me esforzaba inconscientemente por todos los medios, en evitar tener alguna pausa, para no dejar que surja alguna pregunta incómoda desde adentro. Ir al psicólogo es para gente con problemas, y si tienes problemas, algo anda mal contigo, eran parte de estas creencias.
Era de esas personas que viven en el hacer, por deber, por gusto o por escape, para no tener la oportunidad -el riesgo- de conectarme con algo mío que me incomodara. Así que, me la pasé escapando al mundo interno, buscando el éxito y la felicidad afuera, en el mundo de las cosas. Hasta que la vida me puso en pausas. Primero, con cada uno de mis embarazos, donde tuve que hacer reposo. Aunque recién al tercero me cayó la ficha de cómo la vida insistía en pararme de algún modo. Ese fue un momento ahá! de comprensión de mí y de las circunstancias. La otra pausa fuerte fue la enfermedad. Ahí ya estaba más permeable a mirarme adentro, pero lo hacía aún con mucho temor y desconfianza.
Notaba que algo me incomodaba fuertemente cuando me decían "si estás enferma es porque tenés un desequilibrio..., tenés que buscar lo que está desalineado en vos"... Otra vez...los problemas y lo que yo creía que había detrás del tener problemas. "tenés más problemas que los Pérez García" me dijo una vez una maestra a los 8 o 9 años y me quedó un pequeño gran trauma. No estaba bueno tener problemas.
Después entendí que hay otra manera más positiva de nombrar a estas circunstancias de vida, aunque no viene al caso ahora. Escribiré de eso en otra entrada; Una pista sobre ese nuevo enfoque es el título de mi segundo libro de poemas Semillas en mi herida.

Entonces, volviendo al título de este post, aún si crees que no tienes problemas o está todo bien en tu vida, el camino de autoconocimiento es un proceso imprescindible si quieres descubrir tu tesoro.
Porque sí, traes en tu ser un tesoro, un diamante. Pero su belleza está oculta bajo capas oscuras de piedra que por fuera no dice nada. Traes un diamante en bruto que si no lo pules en el camino hacia tu adentro y lo sacas a la luz, te morirás en piedra. Te repito, todos somos un diamante envueltos en piedra, es la naturaleza humana, así que nadie humano escapa a esta ley. Nacemos diamantes y nos vamos construyendo las capas -las sombras- a media que crecemos, tratando de ser lo que los demás desean de nosotros, empezando por nuestros padres. Además también, traemos algunas piedrillas de otras vidas, es el karma. Las capas de piedra son los miedos, inseguridades, creencias, mandatos, rigideces, estructuras, carencias, complejos, frustraciones, traumas, sufrimientos y heridas que has ido guardando a lo largo de tu vida, que habrás de ir limpiando con cada circunstancia de vida.
"Por más que las obvies y no las quieras reconocer, todas estas limitaciones te acompañan las 24 horas al día, distorsionado tu manera de ver el mundo, así como la forma en la que te posicionas frente a tus circunstancias laborales y económicas", dice con gran contundencia Borja Vilaseca.
De manera que no importa si tienes pocos, muchos o ningún problema. Eso, en todo caso, puede ser la motivación o la incomodidad que te da energía para cortar la inercia, parar y redireccionar tu camino. Pero lo que sí todos tenemos, es un diamante interno a pulir y trabajar en el camino de la vida. ¡Esa es la clave del autoconomiento!
El autonocimiento es el proceso por el cual el ser humano se descubre a sí mismo como ser divino. Es el hacerte consciente de tu lado oscuro (la piedra que esconde el diamante) para iluminarlo y despertar tu consciencia de lo que en verdad eres. Y esto que puede sonar a frase hecha, o del mundillo espiritual y de las frases lindas, tiene base científica. La ciencia se basa en un método preciso y ordenado para conocer algo nuevo, para comprender cualquier fenómeno.
Las etapas del método científico que nos pueden servir para aplicar en nosotros mismos son las siguientes:
Observación sistemática
Medición
Experimentación, y
Formulación, análisis y revisión de hipótesis
Si te dedicas, este proceso de introspección te llevará a descubrir tus potenciales como ser humano espiritual. Obsérvate sistemáticamente, cuáles son tus reacciones más comunes, tus pensamientos recurrentes, qué emociones o sensaciones tienes más a menudo, qué circunstancias de vida se repiten, qué vínculos, cómo te comportas. Hay infinidad de cosas para observar de ti mismo. Mide, registra, anota con mente y curiosidad científica con qué frecuencia en tu día dices, sientes, piensas o haces tal o cual cosa. Experimenta y testea todo esto en diferentes circunstancias y contextos. Plantea hipótesis, explicaciones que te permitan comprender la manera en que resuelves los fenómenos cotidianos y qué sucede contigo y con los demás cuando usas otras maneras.
Luego, estás listo para volver a aplicar el método científico sobre ti mismo, pues este camino hacia adentro nunca se acaba. Es que cuando vas conectando con lo que realmente hay dentro, descubres que eres tan basto, tan abundante, tan diverso y tan multifacético que no tienes límites. Ahí comprendes, cabalmente, el sentido de la frase sobre el descubrir tu propia divinidad.
Lo más bello es cuando, naturalmente, empiezas a encontrar miles de senderos diversos en es gran camino de autoconocimiento. Descubres cuánto poder real tienes para co-crear tu realidad y cuánta capacidad de hacer el bien haciéndote el bien. Pones tu Ser al servicio del bien común. Porque eso es lo que sucede a medida que te conoces más; comprendes que traes tanto brillo en tu diamante, que no lo traes para fines personales. Eso no te basta ya, así que pues, comienzas a buscar poner tus dones, tus talentos, tus virtudes al servicio de otros.
Ahí te sumas al grupo de humanos construyendo una Nueva Humanidad consciente.
Bienvenido. Despierta.
Namasté