El mundo está difícil
Actualizado: 12 ene 2022
Me siento atrapada en las garras de la forma,
nadando en alquitrán negro y pegajoso.
El mundo está loco y me es difícil.
Aunque una parte de mí,
un ojo lúcido que tengo en alguna parte,
quiere salir de las garras de la forma
porque sabe que ahí no hay verdad.
Ahí solo hay consecuencia y efecto.
No tiene sentido enojarme con la forma y su color,
como no lo tendría enojarme con el pan que no levó.
Sé que tengo el ojo del espíritu para ver más lejos,
para ver lo que estas forman velan y expresan.
Porque hay un mundo de significados y causas,
de sentido y verdad,
detrás de la realidad visible.
La forma no es espontánea ni caprichosa
sino fruto de la causa que antecede.
Es ahí donde hay espacio para algo distinto
y no en la imagen que revela.
No tiene sentido pues,
enojarme ni detenerme demasiado en la forma.
Solo si soy capaz de montarme en el ojo del alma
puedo ver los nudos, lo que aprisiona y bloquea,
lo que subyace y da forma.
Solo así puedo ver las manos que amasan este mundo
y captar algún aroma de sus móviles y razones.
Así puedo discernir.
Separar la paja del trigo y comprender.
Entonces ahí, solo ahí,
encuentro un lugar donde mi existencia tiene razón y sentido.
No podré salir de las garras oscuras de la forma desde la forma misma.
El mundo actual está tan loco y oscuro que me urge,
impele a mi ser a mirar hacia arriba
procurando encontrar las pistas de sentido,
lo invisible detrás de lo visible, las causas y las razones.
Al mirar con el Ojo del Espíritu
se desvanecen los muros que aprisionan y ahogan,
se disuelven los credos y las ideologías creadas por los hombres
y todo se vuelve uno.
Hay desorden para invocar el orden,
hay opresión para invocar libertad
hay miedo para invocar el poder
hay división y odio para invocar el amor.
El mundo está loco y está difícil .
Me invita a mirar la luz
y ver la Luz.
Aquí estoy
haciendo foco.