Tus ojos son
mucho más que un espejo para mí.
No son sólo
la posibilidad de mi reflejo:
tu ser es una manifestación
de las infinitas posibilidades
de la existencia,
como también lo soy yo.
Somos la misma sustancia,
chispa del mismo fuego.
el mismo fuego,
el Uno.
No es que formo uno contigo,
tu eres mí y yo soy tú
al mismo tiempo.
No hay nada que sumar.
No hay línea que divida ni separe,
sólo es una ilusión de la mente.
¿Cómo explicarlo?
Soy tus ojos y tus manos,
tu gesto y tu canto,
soy el brillo y lo oscuro,
somos la misma fuente,
la misma sustancia.
Aunque aún resista en mí
la idea de separación,
de suma de partes,
en un rapto de lucidez
pude observar desde adentro
y ser Eso.
Ser vos.