No me basta
No me basta ser consciente de mí misma,
no me es suficiente sentirme luz
o hija de las estrellas.
No sólo he de reconocerme chispa divina,
numen del misterio;
también,
debo recordar lo que ya fui,
de dónde vengo,
lo que traen mis células y mis huesos,
lo que confirma mi sustancia,
para sentirme eso mismo,
sin encontrar diferencias.
Quiero recordar en mis mapas
que soy tierra y soy pez.
Necesito recordar que soy flor
y abeja,
ameba y pterodáctilo,
hombre y mujer,
porque desde bien ahí viene la vida.
Quiero activar los códigos internos
que hunden mis pies en el fuego,
borran los límites de mi piel
y sin siquiera intentar comprender,
con mis pasos y mis palabras
construir puentes
que ni sé ni los pretendo,
pero simplemente suceden
en armonía silenciosa
por el mágico hecho de saberme
una con el sol,
con tu mano y con la loba.
No me basta admirar la magia de la vida.
Necesito penetrar en la Unidad
con mi consciencia,
derretirme entre sus poros.
Ser lo mismo.
El mirado y el que mira.
Entonces sí,
nada quedará afuera.