top of page

Masa madre


Estoy alimentando mi masa madre,

esa fuerza creadora

que no muere nunca,

que no sólo se mantiene siempre viva,

si al menos cada tanto

la nutrimos con agua y harina,

sino que además,

responde de inmediato

duplicando su volumen.

¡Crece!

Cuando al fin me decido

a abrir la tapa,

salir de lo cómodo y estanco,

atreverme un poco más,

compruebo con alivio

que aún hay vida aquí,

esperando su alimento

para hacer un pan

que, a su vez,

alimente a otras almas.

Porque para que mi levadura viva

necesito aplicar el cuidado justo.

Nutrir.

Mover.

Abrigar.

Dar la envión.

Avivar de un soplido

el fuego creativo.

Encontrar la voluntad

de convertir mi vida

en un rio universal.

Voy a convidarte de este pan.

Notarás la diferencia de su esencia,

su único sabor.

Sabrás distinguir su delicadeza

e irás corriendo a abrir tu frasco

para alimentar tu propia levadura

¡Y crear!

Recrearte

Revivir

Y harás lo mismo con tu levadura viva:

amasarás tu pan

y darás de probar a otros tu elixir.

Y estos otros harán lo mismo:

saldrán como encantados

a nutrir su pan

con la esencia viva

y compartir con otros su delicia.

Lograremos hacer la masa madre

más grande y viva que nunca.

Esto,

es ser

seres divinos:

¡Mantener la vida viva!

¿Cómo está tu masa madre?


4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Mujer

bottom of page