A las Diosas: Hestia
Soy la diosa del fuego sagrado,
la que sabe crear
el hogar del alma,
donde reina la calma
y el abrigo eterno.
Soy la diosa del hogar de la existencia,
la que todo lo abarca,
la que no puede verse,
sólo vivirse.
Soy lo inefable,
lo indescriptible,
lo sagrado,
lo epifánico,
lo uno,
lo indecible.
Soy la llama sagrada de la vida
que protege en mí,
el cordón umbilical
que me sabe hija del cosmos,
fuente de luz.
Soy la voz sagrada del alma,
de tono suave
aunque no sabe de silencios,
sólo de paciencia infinita
para esperar el día
que haga silencio,
acalle mi mente,
me siente a adorar mi fuego,
y entonces tal vez,
quiera escucharla.
Soy la llama que me vuelve ronda,
eterna, sinfín,
el sol que atrae,
sostiene,
abraza y entibia
marcando el pulso
del círculo sagrado.
Soy chispa divina
que enciende tu mirada
para volver a crear juntos
millones de nuevas estrellas
ideando la tela sagrada
del amor sublime.
Llevo mi luz sagrada por el túnel del cosmos
en un ritual amoroso
de almas
que afirman su luz,
para sellar a fuego
en mi consciencia
que soy,
yo misma,
la luz sagrada de la vida.