top of page

A las Diosas: Artemisa


Despierta mi mujer salvaje,

la que sabe apuntar con el arco y la flecha,

y dar en el blanco.

La que anda vagando,

explorando inquieta,

por lugares indómitos,

vírgenes,

ligera de equipaje,

incluso,

sin mente.

La que reúne a sus hermanas,

gloriosas mujeres,

en un útero interminable y cálido.

La que ve con la luz de la luna,

aquello oculto y sagrado,

que conduce, en el fondo, la vida.

La que adora enterrar sus manos en la tierra negra,

en busca de algún rastro de la mujer de diez mil años,

del tiempo antes del tiempo,

aquella que es Tierra,

para ungir mi cuerpo con sus huesos sabios.

Esa mujer salvaje

capaz de reinventarse de sus propias ruinas,

la que sabe que sabe

porque posee,

en su mismísimo cuerpo,

el Santo Grial.

En el mismo lugar aloja

las semillas sagradas,

que danzan en giros eternos

la clave de la vida y de la muerte

y otra vez,

de la vida y de la muerte.

Ese cuenco sagrado

es la morada misma

de la creación

en todas sus versiones,

es el espejo del cosmos

que crea y destruye en el mismo instante.

¡Oh! Diosa del mundo salvaje.

de la luna y de la caza,

mujer y hermana,

¡Despiértame!

Anímame a ver

el poder misterioso

que yace en mis entrañas.


3 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

¡Mujeres! Podemos construir un templo en nuestra propia piel, crear un altar en nuestro mismo pecho para dar albergue al caminante y nido al que aún guarda su niño, crear el templo sagrado que n

Madre, me guardaste en tus latidos durante nueve lunas, mi corazón copió tu ritmo y hasta tus suspiros, y seguramente también los de tu madre y de todas las madres de tu sangre Me ofreciste tu dedo pu

Soy la diosa del fuego sagrado, la que sabe crear el hogar del alma, donde reina la calma y el abrigo eterno. Soy la diosa del hogar de la existencia, la que todo lo abarca, la que no puede verse, sól

bottom of page