Todos los animales pueden ayudarnos a conocernos mejor, compartimos con ellos la esencia animal. Pero los caballos encierran además, el arquetipo de la fortaleza, el poder, la gracia, la belleza, la fidelidad y sobre todo, la libertad.
Desde la prehistoria y las primeras civilizaciones, el caballo ha sido un mito universal. Los primeros registros de domesticación del caballo datan del año 3.600 a.c. No sólo en Europa, siendo Pegaso el más famoso de los caballos alados, sino los corceles de Apolo; el caballo de ocho patas del dios nórdico Odín; la diosa Epona de los celtas; es el psicopompo de los chamanes, que conduce las almas de los muertos a su nueva morada; el Unicornio, cuyo cuerno poseía propiedades medicinales; según la cultura hindú, el último avatar del dios Vishnu será Kalwin, un caballo blanco con el cual renovará el mundo liberándolo de todos los males; el Centauro de la mitología griega, mitad hombre y mitad caballo; los Caballos Celestiales de la China, a los cuales confirieron las cualidades de los cielos: consciencia, sentimientos y omnipotencia.
Muchas leyendas y cuentos mitológicos mencionan al caballo como clarividente y capaz de percibir a los humanos con poderes mágicos. Ningún otro animal le ha dado al hombre la libertad física de movimiento que el caballo le ha dado. Sin duda el caballo es también capaz, de ayudarnos a encontrar esa otra libertad de movimiento, la libertad espiritual, la libertad del ser. Son capaces de espejarnos claramente, mostrándonos lo que perciben de nosotros. Podemos llamarle magia o misterio, aunque también hay una manera más ‘científica’ de explicar qué sucede en estos planos entre el hombre y el caballo.
Según los nuevos estudios de las neurociencias sobre el cerebro humano, para procesar la información utilizamos un sistema de múltiples cerebros. Al contrario de la mayoría de los animales, los cuales responden básicamente a los instintos y al aprendizaje obtenido a través del estímulo-respuesta, también procesamos información a través de complejos programas emocionales obtenidos en la infancia y en la experiencia de vida, y de filtros de pensamientos racionales o lógicos, que tienen la capacidad de anular los otros sistemas de procesamiento. Leer más