Victoria Beláustegui

29 de jul de 20181 min.

Señor Director

No sé quién es el director de este teatro,

pero a quien sea, quiero decirle

que venero su generosidad,

porque ha diseñado un camino con obstáculos

para hacernos despertar,

pero ha dispuesto cada tanto,

estaciones de servicio

como spas para el alma.

Son sitios especiales

de descanso

donde se reciben caricias

y se escuchan sentires,

se beben gotas de éxtasis

y se dibujan sueños,

donde resuenan carcajadas,

se cantan locuras de la vida,

donde está permitido elucubrar

jugadas y pistas

apasionantes

de este teatro loco y genial

de la existencia.

Por las escenas de este teatro

vertiginoso e intenso,

por estos spas para el alma

que ha dispuesto el director,

quiero decirle

¡gracias!

y seguir jugando.

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